Laura Saz ha conseguido el premio de enfermera residente Excelente.
Laura no oculta la alegría que ha supuesto la consecución de este galardón “Es un reconocimiento al esfuerzo realizado durante la residencia y una alegría tremenda”, y también puntualiza que este tipo de reconocimiento supone un impulso para dedicarse a la investigación “da píe para seguir ese camino, para conseguir el premio tienes que presentar trabajos y eso ya te motiva a continuar”.
El premio de residente excelente consiste en un diploma acreditativo y una dotación económica de 800 euros. Además, este año, por primera vez, ese dinero se iguala al que obtiene el médico residente, hasta ahora los EIR recibían una cantidad inferior.
Trabajo.
En parte, gracias a este premio Saz ha conseguido trabajar en verano en Teruel, su ciudad, allí está desde el 16 de junio hasta el 15 de septiembre. La principal diferencia ente la residencia y el trabajo está, según explica, en la responsabilidad “La labor que desempeñas cuando eres residente es la misma que la de una titulada, pero la responsabilidad es mayor, porque eres tú la que decides y la que firmas el registro del parto. Además, al estar en un hospital comarcal como sólo hay una matrona por guardia no hay compañeras a las que consultar las dudas”. Después de este contrato no tiene nada seguro “Me he apuntado a la bolsa en todo Aragón, e iré a donde me llamen”.
Laura reivindica el papel de la matrona como fundamental “Es necesario que en todos los servicios haya siempre una matrona, tenemos que hacernos valer, y que en las bajas y las vacaciones nos sustituya otra matrona, hasta ahora no había suficientes y esa era la excusa, pero ahora si hay gente y las mujeres dan a luz tanto en julio como en mayo, por eso se necesita siempre una matrona”.
En cuanto al trabajo en sí señala que el camino final es “humanizar el parto, vamos por buen camino, pero tenemos que poner mucho de nuestra parte, porque hasta ahora el proceso estaba muy medicalizado”.