Hemeroteca

SATSE apoya las movilizaciones para protestar por la posible privatización de la residencia de Movera.

El día 20 se celebrará un acto de protesta por la posible privatización de la Residencia de Movera

SATSE apoya las movilizaciones convocadas como medida de protesta por la posible privatización de la Residencia de Movera. Esta mañana se han  entregado a la Administración, en el Edificio Pignatelli, más de 7000 firmas que se han recogido en los últimos días.  Además, el sábado se ha convocado una movilización, a partir de las 12 de la mañana, saldrá de la Plaza Mozart y llegará hasta la del Pilar, donde se leerá un manifiesto. El lema de esta convocatoria es “En defensa de los Servicios Sociales Públicos de gestión Pública”

“El que el 88 por ciento de los usuarios estén satisfechos con un servicio debería ser motivo más que suficiente para mantenerlo y potenciarlo, pero en la residencia de Movera sucede todo lo contrario, el centro vive unos momentos de incertidumbre en los que parece que la rentabilidad prima sobre la calidad y bienestar social”, indican desde SATSE

Con 35 años a sus espaldas y convertida en un referente de calidad, Movera está amenazada, pero nadie aclara cuál será su futuro, “¿cierre?, ¿privatización?, ¿traslado? y eso nos hace sospechar de una falta de planificación o lo que es peor de oscurantismo”.

Traslado de los internos

El IASS ha anunciado que se van a realizar cambios estructurales en Movera, mientras los residentes se trasladarán a un centro de gestión privada en Utebo, los trabajadores fijos se redistribuirán en otras residencias, lo que deja a los interinos en una situación difícil. En Movera trabajan 12 enfermeras.

La propuesta de la plantilla es reubicar a los residentes en otras plantas mientras se realizan esas mejoras, “son obras de poca dimensión, el cambio de centro no sólo tiene consecuencias económicas sino también sociosanitarias e incluso psicológicas, como desorientación o trastornos del sueño en estos pacientes que deben contar con un cuidado continuo”.

Además este traslado nos hace plantearnos algunas preguntas “Y si las 140 plazas de Utebo son ocupadas, ¿Qué ocurre con la gente que lleva meses esperando una plaza?, ¿se van a crear nuevas plazas para dependientes?” “Nuestra preocupación es que estos movimientos puedan esconder el cierre o la privatización del centro. Prima la rentabilidad sobre el bienestar, estos pacientes requieren cuidados muy especializados”.

 

 

Un edificio infrautilizado

La solución más lógica y económica sería adaptar el edificio. En la actualidad están ocupadas 140 plazas pero se podrían recuperar bastantes más.

“Queremos resaltar que la residencia de Movera no se rinde, y creemos que hay mejores  soluciones para conseguir ese “Mas con menos”, del que tanto presume el Gobierno y así rentabilizar todos los recursos sociales” explican los trabajadores de este centro. Aquí, en Movera, se podrían acoger los residentes válidos que están ocupando plaza de dependientes en otras residencias. Esto ocurre porque cuando una persona asistida es seleccionada para una plaza, a veces le acompaña su cónyuge, y cuando el dependiente fallece el acompañante sigue en esa residencia. Otra propuesta podría ser acoger a personas mayores que se encuentran en situación de exclusión y con necesidades sociales a las que hay que dar respuesta.

Hay más ventajas, se ofrecen cuidados de Atención primaria y hospitalaria a un coste mucho menor que en un hospital y, además, disminuyen tanto  los ingresos como las estancias hospitalarias, lo que supone un ahorro en el gasto público.

Movera, además, cuenta con numerosas propuestas innovadoras como un programa informático que conecta a todos los profesionales que tratan a un paciente, o el programa cuidarte, para los cuidadores, y el centro cuenta con una excelente ubicación que ayuda al bienestar del residente

Ante todos estos argumentos nuestra pregunta es clara ¿Por qué destruir algo que funciona tan bien?